Tiene los ojos tristes de su madre, la nariz griega de su padre, el mentón altivo de su abuela materna y las orejas pequeñas de un primo lejano del que nunca llegó a fiarse demasiado. Lo guarda todo en un cajoncito del salón, porque le gusta tenerlo siempre a mano cuando vienen las visitas y que ellos mismos puedan comprobar el asombroso parecido.


junio 15th, 2009 at 4:07 am
Esto es lo que yo llamo poder de síntesis para la creatividad. Te felicito!
junio 18th, 2009 at 8:36 pm
Un poco de humor negro nunca viene mal.
julio 2nd, 2010 at 6:35 pm
Para hacer juego: ¡Maravilloso!
julio 24th, 2010 at 6:58 pm
Siempre he pensado que las visitas de parientes lejanos son patéticas… Y ahora podré expresarles lo que siento con este increíble microcuento!
noviembre 16th, 2010 at 5:53 pm
Genial… me ha recordado a las aplastantes verdades de Santiago Eximeno. Le vi cuando navegaba por la red hace unas semanas y me enganche a esto de los microrrelatos. es este: http://www.qualid.es/?id_pre=98
A ver si e gusta. Saludos
diciembre 13th, 2010 at 4:48 pm
Vaya, no me esperaba el final. Me ha encantado aunque he de decir que los demás también son muy buenos. Te felicito.
Me has hecho disfrutar con la lectura.
Un saludo.