Camina siempre algunos pasos por detrás de ella, para asegurarse de que no se pierda. De vez en cuando la chica se vuelve a mirarla, y entonces se aproxima a algún árbol, orina un poco o hace como que olisquea aquí o allí. No quiere que sospeche nada.
Después de un par de minutos, la chica enciende el único cigarrillo que se permite cada noche y empieza a relajarse por primera vez en todo el día. Trabaja demasiado. La perrita se toma su tiempo, para que ella fume tranquila. Y cuando ve que ha terminado se detiene, procura llamar su atención y la va guiando, despacito, de vuelta a casa.
abril 8th, 2008 at 9:34 pm
Creo que es el cuento más tierno que he leído nunca… :_)
abril 11th, 2008 at 12:09 am
Bonito paseo. Muy bonito. De verdad :)
abril 11th, 2008 at 8:51 pm
Es que hay perrillos que valen su peso en oro :)
abril 15th, 2008 at 5:09 pm
Se ha portado bien, hoy la dejaré dormir en casa, no se acostumbra al balcón….¡estos humanos!
abril 23rd, 2008 at 4:19 pm
¿Qué es lo que se fuma la chica? ;-)