Le regaló un papelito en el que había escrito la palabra “rosa”, luego otro con la palabra “colgante”, y otro con “pendientes a juego”. Ella se acostumbró pronto a aquella fantasía compartida, a sus “cajas de bombones de marca cara” que no engordaban y a los “relojes de lujo” que no necesitaban pilas, y siempre esperaba con ilusión a que llegara la siguiente nota de papel. Su corazón dio un vuelco de emoción el día que recibió el “anillo de compromiso de oro y diamantes”. Pero cuando se fueron a vivir juntos, empezaron a tener dificultades y a descuidar los detalles. Comprendió que todo había terminado en su primer aniversario, cuando él le regaló una “bufanda de lana” en lugar de un “camisón de seda” porque no se lo podía permitir, porque era más práctico y porque la intención es lo que cuenta.


mayo 18th, 2009 at 10:12 am
Otra forma que caer en la trampa (de tu anterior micro).
Un abrazo
mayo 19th, 2009 at 9:54 am
¡Fantástico!
¿Ves? Este tipo de microrelatos sí que me dejan fascinado. Sin galanes hambrientos ni similares disparates… Sólo puros sentimientos.
Me ha encantado.
mayo 19th, 2009 at 10:54 am
Fantastico, realmente fantastico.
mayo 28th, 2009 at 10:09 pm
Ni escribir un papelito se salva de la rutina… demasiado afilado el bisturí. Un lujo de microrrelato.
mayo 29th, 2009 at 10:08 pm
Impresionante microrrelato. No podría describir mejor la vida con mi ex…solo que ni siquiera había papelitos.
junio 18th, 2009 at 8:33 pm
Buenísimo.
¿Me dejas que lo copie para mi blog?
mayo 11th, 2011 at 11:16 pm
notas con regalos, genial…
mayo 8th, 2012 at 11:40 am
Es un cuento precioso y muy triste.
Aunque yo prefiero una bufanda bonita
a un camisón de seda.
mayo 11th, 2012 at 9:08 pm
Por algún extraño motivo he recibido en mi feed unos cuantos relatos. No sé si ha sido casualidad o es que has vuelto a actualizar el blog. En cualquier caso, ha sido un gusto volver a leerte.